En la carretera, los conductores lo ven todo en relación con el tiempo: lluvia, tornados, nieve, hielo y fuertes vientos. Por desgracia, hay veces en que no tenemos más remedio que conducir en estas condiciones. Por lo tanto, debemos entender las posibilidades y saber cómo manejar cada situación.
Preparación para un viaje con posibilidades de mal tiempo:
- Asegúrese de que el líquido limpiaparabrisas está lleno.
- Limpie el interior del parabrisas para evitar que se empañe.
- Observe las previsiones meteorológicas de antemano y planifique llegar antes o después de que el tiempo severo atraviese la ruta, si es posible.
- Esté atento al estado general del vehículo, prestando especial atención a los neumáticos.
- Asegúrese de llevar un kit de emergencia con agua, comida, radio meteorológica, linterna, manta, etc.
Lluvia y tormentas:
- Reduzca la velocidad para evitar zonas resbaladizas en la carretera.
- Deja espacio suficiente entre los coches que circulan delante.
- Durante las tormentas de granizo, ponte a cubierto si es posible y espera a que pase. El granizo suele durar poco.
- Encienda los faros para ser más visible incluso de día.
Tornados:
- Cuando sea posible, abandone la calzada y busque refugio en el interior.
- Deténgase y agáchese; evite los pasos subterráneos que pueden provocar un efecto túnel de viento.
- Manténgase alerta a los patrones de la tormenta y evite su trayectoria.
Nieve y hielo:
- Reduzca la velocidad y vaya por debajo del límite de velocidad, si es necesario, para mantener el control.
- Mantenga una distancia de seguridad con los coches que circulan delante.
- Aplique los frenos lenta y cuidadosamente para evitar deslizamientos.
Vientos fuertes:
- Reduzca la velocidad tanto como sea necesario para mantener un buen control.
- Si el viento hace imposible controlar el vehículo, deténgase hasta que pase.