Según estimaciones del NIOSH (Instituto Nacional de Seguridad y Salud), en EE.UU. hay entre 5 y 30
millones de trabajadores expuestos a niveles de ruido en el trabajo que les exponen a un riesgo de pérdida
auditiva. Este riesgo puede reducirse significativamente si se conocen los factores que contribuyen a la
pérdida de audición y los métodos que pueden utilizarse para controlar la exposición de los trabajadores.
Entre las causas de la pérdida de audición se encuentran la edad, la exposición a ruidos fuertes a lo largo
del tiempo y la exposición a ruidos muy fuertes durante breves periodos de tiempo.
Cómo daña el ruido nuestra audición:
El oído interno tiene células nerviosas que pueden morir debido a la exposición aguda o crónica a ruidos
fuertes. Una vez muertas, estas células NO vuelven a crecer.
La pérdida de audición afecta a nuestros medios de vida:
• Puede resultar difícil mantener conversaciones, incluso por teléfono.
• Las personas pueden perder confianza en situaciones sociales y laborales.
• Se puede perder el placer de escuchar la televisión, la música y otras formas de entretenimiento.
• Las deficiencias auditivas suponen un riesgo para la seguridad al volante si no se oyen las señales
de advertencia, como el claxon o el ruido del tráfico.
Algunas señales de que los niveles de ruido pueden superar la norma son
• Si tiene que levantar excesivamente la voz para comunicarse
• Si tiene una reducción temporal de la audición o pitidos en los oídos
• Si los demás hacen comentarios sobre el ruido
Si los niveles de ruido son iguales o superiores a 85 decibelios (dBA) durante un turno de 8 horas o
superiores a 105dB durante 15 minutos o más, debe utilizarse protección auditiva. Los niveles más bajos
pueden contribuir a la pérdida de audición si se producen durante largos periodos de tiempo cada día.
Existen muchas opciones para proteger el oído de los trabajadores, entre ellas
• Tapones para los oídos
• Orejeras
• Tapones
Asegúrese de que los protectores auditivos utilizados se ajustan correctamente y son cómodos. No debe
obstaculizar el trabajo y debe ser compatible con el resto del equipo necesario.